EL TRIBUNAL EUROPEO de Derechos Humanos condenó ayer al estado francés a pagar 26.109 euros a una joven de Togo (Africa) que estuvo sirviendo una familia 15 horas diarias, sin ningún día de descanso, durante cuatro años y sin cobrar. Los jueces consideran que el país no protegió a la joven para evitar la explotación.