La evidencia de que existen páginas de Facebook donde se rinde tributo a capos de la mafia como Bernardo Provenzano, personaje vinculado a un centenar de asesinatos entre los años 70 y 90, y Salvatore Riina, de quien se dice que ordenó la muerte de un millar de personas, además de apretar personalmente el gatillo en unas 40 oportunidades, ha desatado una ola de indignación entre los italianos, con miles de internautas presionando a los responsables del popular foro para que censuren dichas páginas. Curiosamente, la mecha de la protesta la encendieron fuera: fue un texto que el diario británico The Times publicó hace pocos días, recogiendo la desazón de las víctimas de la mafia, el que suscitó el escándalo.

Aunque el corresponsal en Roma no hablaba de desazón: hablaba de "furia". La de Maria Falcone, por ejemplo, hermana de Giovanni Falcone --el juez asesinado por la mafia en 1992--, quien solo atinó a decir que, "el mal sigue fascinando a los más jóvenes"; o la de Giovanna Chelli, integrante de la Asociación de Víctimas de Via Georgofili (la calle donde un coche bomba acabó con la vida de cinco personas en 1993), quien lamentó que la gente se ría de "crímenes extremadamente serios".

Y no son dos o tres tarambanas. A la página de Riina, uno de los jefes más sanguinarios de la Cosa Nostra, están apuntadas cerca de 5.000 personas; a la de Provenzano, más de 400; y hay más de 500 páginas de admiradores de los mafiosos. A rebufo del artículo publicado por The Times , el italiano Corriere della Sera se hizo ayer eco de la indignación de los internautas italianos, con un texto donde da cuenta de la aparición de varios grupos, también en Facebook, creados para contrarrestar el efecto de los primeros y pedir su desaparición. "No aceptamos que se alimente un fenómeno que apoya las gestas de verdugos de hombres de Estado", denuncian los creadores del grupo O nosotros o ellos, que en pocos días ha recabado 100.000 apoyos.