Iliana Izverniceanu, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), opina que, por ahora, el reglamento tendrá un efecto reducido en los supermercados habida cuenta de que los aditivos secundarios serán en la práctica el único sector afectado. "Sólo se fijarán aquellos que ya de antemano no quieran comprar productos OMG". Además, insiste, "la etiqueta no es de advertencia, sino sólo de información. Equivale a decir que ha pasado unos rigurosos controles de seguridad".

En cualquier caso, el texto deberá verse con claridad en la lista de ingredientes, afirma José Ignacio Arranz, subdirector general de Seguridad Alimentaria del ministerio.