A grandes males, como la hambruna o el empobrecimiento de la tierra cultivable y de la fauna pesquera, grandes remedios. La agencia de la ONU para la agricultura y alimentación (FAO) ha convocado en Roma a 30 programadores informáticos de todo el mundo para afrontar con tecnología la escasez cada vez mayor de pescado y el sinfín de ilegalidades pesqueras que se comenten en los mares.

La FAO les ofrece su sede de Roma este fin de semana para que diseñen o desarrollen programas o herramientas informáticas que “aborden los desafíos de la pesca sostenible”. La iniciativa ha sido llamada Fishackathon, uniendo la idea del maratón informático ('hackaton') que fija un límite de tiempo para crear un programa con la del pescado ('fish', en inglés).

El objetivo que se propone a los programadores es lograr aplicaciones que ayuden a mantener controladas las flotas pesqueras de altura y de proximidad que faenan sin orden ni concierto, pero también para enseñar a los ciudadanos-consumidores que no siempre todo el pescado que llega a los mercados es bueno, limpio y sano, para el cuerpo o para el planeta. “Los océanos no pueden soportar el ritmo actual de pesca”, subraya la FAO.

DÍA MUNDIAL

Los participantes en el Fishackaton trabajarán el fin de semana en equipos de entre dos y ocho personas, y al final de la jornada del domingo un jurado local evaluará las propuestas y elegirá al equipo ganador local. Porque la iniciativa no se circunscribe a Roma sino que reuniones semejantes en los próximos días en 40 ciudades de todo el mundo, para terminar el próximo 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, con la proclamación de los resultados finales.

"Estos especialistas tecnológicos aportarán su experiencia a un sector con un enorme potencial para el desarrollo rural en los países en desarrollo. Actualmente una de cada diez personas del mundo dependen de la pesca y la acuicultura”, afirma Árni M. Mathiesen, director general adjunto de la FAO y encargado del departamento de Pesca y Acuicultura. “En un mundo de teléfonos móviles y en el que la inversión en nuevas tecnologías puede ser costosa, especialmente en los países en desarrollo, iniciativas como Fishackathon pueden ayudar a reducir la brecha digital mediante aplicaciones diseñadas para ser utilizadas por pescadores de todo el mundo”, añade.

GEOLOCALIZACIÓN

Las herramientas tecnológicas que desarrollen deberán permitir “el control de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la sobrepesca, la degradación de los bancos pesqueros o las pérdidas que se producen tras las capturas”. Según FAO, solo las herramientas de pesca abandonadas en el mar “representan actualmente una décima parte de los resíduos marinos, lo que equivale a cientos de miles de toneladas al año”.

Entre los retos propuestos figuran ayudar a recuperar las redes que permanecen en los océanos sin degradarse y que continúan pescando sin que nadie recoja sus capturas, lo que se conoce como “pesca fantasma”. La FAO también tiene particular interés en el control de los bancos pesqueros, principalmente para la pesca artesanal que, en España representa el 80% del total.

Algunas aplicaciones que ya han sido desarrolladas a través de la agencia de Naciones Unidas son unos juegos para enseñar a los niños qué es la pesca sostenible, otra para ayudar a los consumidores a encontrar productos marinos sostenibles y también otra para la protección de los mamíferos marinos.

FAO tiene ya operativas varias plataformas tecnológicas de control de cuanto sucede debajo de los mares y recientemente ha firmado un acuerdo con Google “para hacer que las redes de satélites de alta resolución sean herramientas de uso diario en la gestión de los recursos naturales del planeta”. Se trata “de un esfuerzo conjunto que está cambiando la forma en que el mundo intenta alcanzar el desarrollo sostenible”, explica el director general de la FAO, José Graziano da Silva.