El informe de la Junta de Castilla-La Mancha sobre el accidente de la planta de Repsol en Puertollano (Ciudad Real), que provocó la muerte de nueve personas el pasado 14 de agosto, concluye que la empresa no realizó "un completo análisis de los riesgos y sus consecuencias" en relación a las numerosas circunstancias que provocaron el suceso.

El consejero de Industria y Trabajo, Alberto Saiz, dio a conocer ayer las conclusiones de su departamento.

Los informes de la consejería, uno en materia de seguridad industrial y otro en materia de condiciones laborales, sostienen que la empresa vulneró diferentes artículos de la ley de prevención de riesgos laborales y del reglamento de Instalaciones petrolíferas, que motivarán procedimientos sancionadores.

CONCLUSIONES Los informes y sus conclusiones han sido remitidos a la Inspección de Trabajo y al Juzgado de la localidad de Puertollano.

Todo comenzó por una defectuosa gestión de unos tanques de gas, fruto de un incendio anterior, que se llenaron excesivamente. La presión acabó levantando la tapa y los gases salieron al exterior y se acumularon en la zona hasta que "entraron en contacto con un foco de ignición".

Según manifestó el consejero, era una "situación impredecible" que "no estaba valorada como riesgo porque no se conocía", pero, en cualquier caso, "la empresa es responsable de la seguridad de la planta y de valorar todas las situaciones de riesgo".

Las condiciones laborales de la planta, añadió Alberto Saiz, no influyeron en el accidente.