Un documento supuestamente filtrado por el Gobierno danés a la prensa sobre el cambio climático ha causado hoy inquietud entre las ONG en la cumbre de Copenhague porque podría marginar a la ONU en el proceso negociador para un acuerdo sobre el calentamiento global.

El borrador de ocho páginas, al que ha tenido acceso Efe, está fechado el 27 de noviembre pasado y aborda las condiciones para reducir un 50% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) hasta 2050, frente a los valores de 1990, tomando en cuenta un "responsabilidad diferenciada y las respectivas posibilidades" de los países.

Antonio Hill, portavoz de Oxfam Internacional, ha declarado que el documento no ha sido consensuado y es uno de los muchos informes que circulan antes de que llegaran a Copenhague los líderes políticos, en los últimos días de las negociaciones, a mediados de diciembre.

DINAMARCA CONSULTA CON EEUU Y GRAN BRETAÑA

Pero Hill ha mostrado su alarma porque la presidencia danesa, que tiene plenos poderes para dirigir los procedimientos de la cumbre, parece querer apartarse de unas negociaciones auspiciadas por la ONU para congraciarse con países relevantes de la cumbre.

La prensa británica citaba al respecto que Copenhague había consultado a los gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos para lograr un consenso de mínimos hacia un documento final en la clausura de la cumbre.

Hill ha destacado como positivo que se mencione la creación de un fondo que gestione las aportaciones de los países ricos para mitigar las consecuencias del cambio climático en las naciones pobres, ya que hasta ahora la canalización de este dinero está diversificada y es caótica.

SIN UN MARCO LEGAL VINCULANTE

Kim Carstensen, líder del grupo climático del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ha criticado que el borrador danés se haya hecho intentando satisfacer los intereses de EEUU y del resto de países ricos en vez de servir a la mayoría de los países ofreciendo una solución "ambiciosa y justa".

El principal problema que plantea el texto es que no asegura un marco legal vinculante en torno a los compromisos y la financiación a largo plazo y que no dice qué va a pasar con el protocolo de Kioto, lo que crea inseguridad en los países en desarrollo.

Carstensen ha resaltado, no obstante, que el borrador nunca ha estado sobre la mesa de negociaciones, sino que sólo se ha mostrado en círculos y reuniones cerradas la semana pasada, y se declarado comprensivo con la reacción "defensiva" de países emergentes como China, Suráfrica y Brasil.

INFORME DE CHINA, BRASIL Y SURÁFRICA

A su vez, y posiblemente como respuesta a la propuesta danesa, varios países emergentes y en desarrollo, entre ellos China, Brasil y Suráfrica, han hecho circular fuera de las negociaciones otro informe en el que pedían que no se tomaran medidas unilaterales contra países en desarrollo bajo ningún pretexto comercial.

También aplaza hasta 2010 la adopción de un documento final, con lo que quedaría, teóricamente, descartado que en Copenhague se logre un acuerdo jurídicamente vinculante, tal como han exigido diversas ONG y diversos gobiernos.