Las cámaras de televisión entrarán hoy por primera vez en un tribunal inglés. La filmación se realizará en la Corte de Apelación de los Royal Courts de Londres, con carácter experimental y no será difundida al público.

El plan piloto de cinco semanas organizado conjuntamente por las principales cadenas se aplicará sólo a apelaciones civiles y penales. Las cámaras no podrán enfocar a los testigos, si los hubiera, y el juez dispondrá de un botón para parar el rodaje cuando lo crea oportuno.

El experimento coincide con el lanzamiento de una amplia consulta del Gobierno, entre profesionales de la justicia y el periodismo, para determinar hasta dónde se debe permitir la presencia de cámaras en los tribunales sin que se transformen en un circo. "No vamos a tener juicios al estilo del de OJ Simpson", advirtió en agosto el titular de Justicia, Charlie Falconer.

Las cámaras podrían intimidar al testigo y afectar a su testimonio, señaló Falconer. "Hay argumentos para proteger a víctimas, testigos, jurados y al proceso del impacto de las cámaras", dijo.