La sentencia de la justicia británica ordenando a los Testigos de Jehová el pago de una fuerte compensación económica a una mujer que sufrió abusos sexuales a manos de uno de sus miembros, creó el pasado año un precedente legal en el Reino Unido. La mujer, hoy veinteañera, cuya identidad no se ha revelado, tenía cuatro años cuando Peter Steward, un Siervo Ministerial de los Testigos de Jehová, comenzó a abusar de ella durante las clases de estudios de la Biblia.

Las agresiones continuaron entre 1989 y 1994, en Loughborough. Al emitir la sentencia el Alto Tribunal de Londres consideró a los dirigentes de la organización religiosa responsables de los actos de Steward y por tanto obligados a pagar a la demandante, una compensación de 275.000 libras (325.000 euros) y casi medio millón más de euros en gastos legales. El juez rechazó el argumento presentado por la defensa de que el hombre, ya fallecido, nunca fue un «empleado», de la organización religiosa.

VÍCTIMAS DESPROTEGIDAS / Según el veredicto, el cuerpo que gobierna los Testigos de Jehová (Watchtower Bible and Tract Society) no protegió a la víctima de los abusos. El Consejo de Ancianos decidió relevar al pederasta de las misiones eclesiásticas, pero dio por bueno su arrepentimiento y el agresor siguió formando parte de la comunidad. Eso le permitió que siguiera abusando de la pequeña cuatro años más, hasta que fue detenido y encarcelado por agresiones a otros niños. «Simplemente (la congregación) no se toma en serio los abusos a menores, no lo hicieron entonces y dudo mucho que algo haya cambiado ahora», declaró la demandante al término del proceso. La organización debe «reconocer que existe un problema masivo». añadió.

El caso ha sido la primera demanda civil por abusos sexuales históricos en el Reino Unido contra los Testigos de Jehová y es la punta del iceberg. La abogada Kethleen Hallisey tiene 10 denuncias muy similares. A lo largo de los años, han ido saliendo a la luz casos de este tipo en todo el Reino Unido, con víctimas cuyas agresiones han sido ignoradas y «barridas bajo la alfombra» por los Testigos de Jehová.