Nuevo intento del Gobierno para fomentar el regreso de los inmigrantes a sus países de origen en tiempos de crisis. El Ejecutivo va a permitir que los extranjeros que decidan dar el paso de volver a su tierra natal no pierdan la antigüedad adquirida en España en cuanto a sus trámites legales. Es decir, que sus permisos de trabajo y de residencia o su camino hacia la nacionalidad española van a quedar congelados en el punto en el que estaban cuando retornaron. Así, el extranjero no comunitario que considere oportuno volver a su país de origen podrá poner en pausa su proceso de renovación de papeles u obtención de la nacionalidad española, con la vista puesta en un eventual regreso a España en el futuro para seguir con sus trámites legales, laborales y sociales aquí. Entonces volvería a andar el reloj de su tramitación de documentación legal.

La voluntad del Gobierno con este nuevo instrumento es facilitar el regreso a España, en un futuro, de los que decidan ahora dar marcha atrás momentáneamente a su proyecto migratorio. El Ejecutivo español considera que, si la economía crece, estas personas serán las más indicadas para volver a formar parte de España, dado que ya dispondrán de un amplio conocimiento de la sociedad española.

NUEVA NORMATIVA Esta medida se incluirá en el reglamento de la ley de extranjería que el Ejecutivo va a aprobar a finales de año. Con este incentivo, el Ministerio de Trabajo e Inmigración quiere facilitar la llamada migración circular, esto es, adecuar las leyes a la realidad de la movilidad de las personas, cada vez mayor por exigencias de la evolución de las condiciones de vida. La Comisión Europea fomenta esta movilidad y plantea la necesidad de introducir "incentivos" para facilitarla, como por ejemplo "ayudas a la búsqueda de empleo o a la creación de empresas para facilitar la reinserción de los emigrantes que regresan a su país de origen".

Lo cierto, sin embargo, es que hasta el momento los planes de retorno voluntario puestos en práctica por el Ministerio de Trabajo e Inmigración no han supuesto, ni mucho menos, un proceso masivo de regreso de los extranjeros a sus lugares de procedencia, pese a que desde hace meses la cifra de inmigrantes en algunas regiones españolas ha caído, rompiendo la tendencia al alza de los últimos 10 años.

INCENTIVO NO USADO Parece claro, pues, que el retorno no tiene que ver con los planes ministeriales, sino con una decisión personal independiente de las intenciones gubernamentales.

Por otra parte, el reglamento de la ley de extranjería prevé flexibilizar las condiciones actuales para que los inmigrantes renueven sus permisos de residencia y trabajo, especialmente en lo referido a los meses de cotización laboral que se requieren para obtener nuevos permisos.

El objetivo del Gobierno español es evitar la llamada irregularidad sobrevenida . La voluntad del Ejecutivo es la de poner unas condiciones asumibles siempre que ello no envíe un mensaje equívoco de que se puede renovar la estancia legal en España sin cumplir ninguna condición.

El texto del reglamento de la ley de extranjería lleva meses en fase de elaboración y está prácticamente definido, pero el Ministerio de Trabajo evitará hacerlo público ahora, porque las medidas que contienen podrían dar alas a los discursos más críticos con la inmigración que está enarbolando el PP con especial virulencia.