La inseminación artificial y la fecundación in vitro son los dos tratamientos para aquellas parejas que no pueden concebir el hijo de forma natural.

Lo primero que se hace a una pareja que acude a la Clínica Norba para solucionar sus problemas de fertilidad es un análisis para determinar las causas, tanto en el hombre como en la mujer.

En aquellos casos en los que el semen no es demasiado malo y las trompas de la mujer no estén en malas condiciones se procede a purificar el semen y se estimula la ovulación en la mujer. Esta técnica no es dolorosa y tiene un porcentaje de éxito cercano al 20%. Si la técnica falla es preciso recurrir a la fecundación in vitro, mucho más cara que la inseminación artificial.

En este caso se estimula la producción de óvulos en la mujer y se extraen. Después se juntan con los espermatozoides para que penetren de forma natural o asistida, por medio de una microinyección.

Pasados unos días seselecciona un número de óvulos fecundados y se introducen en el útero de la mujer. La cifra la decide la pareja, aunque la tasa de embarazos múltiples o gemelares no es alta.

Según los datos de Clínica Norba, por debajo de los 35 años el porcentaje de éxito es cercano al 40%. Superada esa edad, las probabilidades bajan al 20%. En el caso de que el varón no tenga espermatozoides puede recurirse a los donantes.