Los astronautas del Discovery continuaron ayer la inspección de su nave, en busca de posibles daños ocurridos en el lanzamiento y empezaron a preparar la primera de las tres excursiones espaciales junto a la estación orbital Alfa. En una conferencia de prensa realizada a 395 kilómetros de la Tierra, la comandante de la misión, Eileen Collins, dijo que le sorprendió que durante el lanzamiento, el martes, se hubiera desprendido un trozo de espuma aislante del tanque de combustible.

"Pensé que ya teníamos eso resuelto", afirmó en referencia a más de dos años de trabajo para identificar y solucionar el desprendimiento de materiales del tanque exterior, el problema que causó en febrero del 2003 la destrucción del Columbia y la muerte de sus siete tripulantes cuando retornaban a la Tierra.

Por su parte, el director de la NASA, Michael Griffin, dijo que "se cometió un error" al no atenderse en la forma debida el área del tanque de donde se desprendió el trozo de espuma aislante. No obstante, indicó que no pierde la esperanza de que se pueda efectuar otra misión de transbordador antes de fin de año.

La NASA anunció el miércoles la cancelación indefinida de las misiones de los transbordadores al considerar muy peligroso el desprendimiento de aislantes del depósito externo. Ayer el piloto James Kelly y el especialista de misión Charles Camarda usaron el brazo robótico de 15 metros de largo del Discovery para sujetar una pluma que lleva en su extremo un sistema de cámaras y rayo láser, lo que crea una grúa de 30 metros.

Con ella inspeccionaron el exterior del Discovery en busca de posibles daños causados por el impacto de trozos de aislante que se hayan desprendido del tanque exterior que, cargado con 1,8 millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos, alimentó a los cohetes propulsores.