Un taxista bilbaíno murió apuñalado en la madrugada de ayer por una pasajero, un joven de unos 20 años, que pudo ser detenido poco después por la policía local y que estuvo a punto de ser linchado por compañeros del fallecido. La Ertzainza, que se hizo cargo de la investgación del suceso, no aclaró ayer si el apuñalamiento fue consecuencia de un atraco o de una discusión.

Eduardo Robledo, de 40 años, taxista con 20 años de experiencia, apenas tuvo tiempo de pedir ayuda por la emisora de su vehículo después de que a la 1.30 horas fuera apuñalado en el cuello por un cliente en la calle de Goiko Torre, en el barrio bilbaíno de San Adrián, a las afueras de la ciudad. La víctima, casado y padre de dos niñas, falleció poco después sin que ni sus compañeros, que llegaron enseguida, ni el personal de la ambulancia pudieran hacer nada por salvarle la vida. Le habían cortado la yugular.

Varios taxistas participaron en la improvisada batida por la zona. La Policía Municipal acudió y localizó cerca a un sujeto con manchas de sangre en su rostro y en la parte superior de sus ropas. El individuo, R. E. P., dominicano y de 20 años, admitió haber forcejeado con un taxista. Mientras los agentes le identificaban, varios taxistas se concentraron en el mismo lugar. Algunos quisieron coger por su cuenta al presunto homicida.

Los momentos de tensión acabaron con intercambio de golpes, en los que los resultó herido un agente. Mientras los municipales trataban de defenderse a golpes de porra de los taxistas, el detenido sacó la lengua a los compañeros del fallecido, a los que incluso intentó agredir.