Los continuos ajustes de cuentas entre bandas organizadas en la Costa del Sol preocupan a las fuerzas de seguridad, que tras haber recuperado el principio de autoridad en el Campo de Gibraltar extienden ahora el plan especial contra el narcotráfico a Huelva y Málaga. Interior busca así frenar las nuevas vías de introducción de droga en España de unos clanes asfixiados en la zona del Estrecho, obligados a recurrir a embarcaciones de recreo para el trasvase de los alijos en alta mar por las numerosas incautaciones de narcolanchas.

Interior hace un balance triunfalista del plan especial de seguridad puesto en marcha hace ahora dos años para poner fin a la impunidad que mostraban los narcos, y que quedó clara en el asalto a palos a un hospital de La Línea (Cádiz) para liberar a un delincuente arrestado poco antes. O en el constante hostigamiento a los agentes incluso de paisano. El problema, coincidían sindicatos policiales, políticos y asociaciones civiles, era la pérdida del principio de autoridad en una zona muy empobrecida donde la droga daba de comer a muchos.

MÁS DE 1.800 DETENIDOS / Desde entonces, el mando especial de Policía y Guardia Civil no ha dado tregua a los clanes de narcos y ha descabezado a las principales bandas de la zona, desmontando buena parte de la estructura financiera que les permitía blanquear sus ganancias. Ha habido 1.806 detenidos por narcotráfico y contrabando, aunque si se incluyen delitos aledaños son más de 8.000. Se han intervenido 268,2 toneladas de droga y 8,3 millones de euros en metálico y se han recuperado 1.092 vehículos y 311 embarcaciones. La tasa de criminalidad, defiende el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha bajado de los 45,1 delitos por cada mil habitantes en el 2018 a 40,1 el pasado mayo.

Sin embargo, la demanda de droga no decayó ni durante la crisis sanitaria y los narcos se han expandido a provincias limítrofes. Por ello, Interior ha decidido también prorrogar el plan especial hasta finales del 2021, dotándolo de 48,2 millones de euros. Se busca, dijo ayer Marlaska, «evitar la explotación de nuevas vías y nuevos modos de la introducción de drogas».