Moralmente injustificable. Así califica la oenegé Intermón Oxfam el recorte aplicado por el Gobierno en los presupuestos destinados a la ayuda al desarrollo. Un tijeretazo enmarcado en la nueva política de reducción del déficit del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que Intermón cifra en un 23%. En cifras absolutas, el descenso en los presupuestos estatales del 2010 y el 2011 es de más de 1.200 millones de euros.

La directora general de la oenegé, Ariane Arpa, advirtió ayer de los efectos de esta disminución económica: "Cuando se reducen programas agrícolas, si durante un año no puedes abonar la tierra, la cosecha no se recupera el año siguiente".

Intermón denunció que estas reducciones estatales contrastan con la tendencia de los años anteriores, en los que el sector pasó de 300 millones de presupuesto en el 2007 a 700 en el 2009. Cifras con las que España se situó entre los primeros países en ayuda al desarrollo.

Estos recortes "son especialmente preocupantes --según Arpa--, porque se aplican en los sectores claves para la erradicación de la pobreza, como la salud, la educación y la seguridad alimentaria, en lugar de afectar a la cooperación cultural, el patrimonio turístico, la internacionalización de la cultura española u otros sectores de menor impacto en la vida de las personas".

El informe también denuncia la tendencia de las comunidades y los ayuntamientos a limitar e incluso a eliminar --como en el caso del Ayuntamiento de Madrid o la comunidad de Murcia-- la ayuda al desarrollo.

Asimismo, Intermón añadió que la ayuda al desarrollo de los países del norte se decide por razones políticas y estratégicas y no respecto a la pobreza de los países receptores. Por ello, los cinco estados que más ayuda recibieron en el 2010 fueron Irak, Afganistán, India, Indonesia y China, con una suma equivalente al 85% de todo el apoyo ofrecido a la Africa subsahariana.