--Parece que todavía la gente es muy reacia a comprar por internet. ¿Cómo se convence a la gente de que es una actividad que merece la pena?

--En España todavía hay un porcentaje muy pequeño que compra en internet, aproximadamente 4 millones de personas. Aunque parece que tienen barreras y dificultades para empezar a comprar, en realidad buscan dos cosas: Comodidad y ahorro. Cuando ven una de las dos ventajas de forma clara se lanzan con el mismo entusiasmo que en cualquier otro país. Y pasa con billetes de avión, entradas de cine... En ebay es cómodo comprar, tienes una mayor oferta y además puedes ahorrarte bastante dinero.

--Se presume que en la red se puede encontrar prácticamente de todo. ¿Qué límite hay?

--No se puede vender ningún artículo ilegal, como armas o drogas, ni aquellos que hieran la sensibilidad, como artículos nazis. Hay una lista de artículos prohibidos muy amplia.

--¿Y la cosa más rara con la que os habéis encontrado?

--Hay cosas muy raras. Desde un jet privado que se vendió por casi 5 millones de dólares, el carnet de conducir de Clinton, un mechón de pelo de Elvis Presley... artículos de lo más variopinto. Pero los millones de artículos que se sacan a la venta cada día son en general artículos cotidianos. Por ejemplo, en enero vimos que se vendían mucho los regalos de Navidad que no quería la gente.

--Siempre se habla de la discriminación que sufren las mujeres en las empresas. Ahora que tengo delante una empresaria de éxito aprovecho para preguntarle si se ha encontrado muchas trabas en su carrera.

--He tenido oportunidades, las he sabido aprovechar y nunca me he sentido discriminada, he sido muy afortunada en eso. Hay que asumir riesgos y tomar decisiones difíciles.

--Además el mundo de internet parece más agresivo si cabe.

--El mundo de internet es agresivo porque evoluciona muy deprisa, pero se adapta muy bien a las mujeres, porque es un mundo muy flexible, que da la posibilidad de trabajar desde casa, desde la oficina o cuando estás de viaje. También es un mundo muy creativo, en el que que cada día tienes que inventar lo que estás haciendo porque nadie lo ha hecho antes.