Los últimos datos de la herramienta más fiable para medir la velocidad de internet en distintos países del mundo reflejan que España es en este campo lo que Perú en PIB. Ambos países, en una y otra parcela, ocupan el puesto 43, un lugar no demasiado sorprendente en el caso de la economía peruana, pero bastante pasmoso referido a la calidad de la red en España, el 12º país en cuanto a PIB y el 16º en la clasificación planetaria de índice de desarrollo humano.

En términos de celeridad de descarga, España ocupa, eso, el puesto 43, según el medidor Speedtest.net, en el que se basa el CWA, el Sindicato de Trabajadores de Comunicación de EEUU, para realizar sus informes. A 4,61 megabits por segundo de media, se encuentra muy por detrás de Corea del Sur y Japón, los países más rápidos, pero también de, por ejemplo, Bulgaria, Rumanía, Letonia y Lituania. En el país báltico, la velocidad de descarga es casi tres veces más ligera: 13,09 megabits por segundo.

En la velocidad de subida el resultado es todavía peor: con una media de 0,46 megabits por segundo, España ocupa el puesto 93, como Georgia en la clasificación del índice de desarrollo humano de la ONU. Son datos que se añaden a otros: la banda ancha en España es, según la Comisión Europea, de las más caras de toda la UE, solo por detrás de Rumanía, la República Checa y Austria; cuatro de cada diez españoles, frente a tres de cada diez ciudadanos comunitarios, no se han asomado jamás a la red; las operadoras incumplen sistemáticamente la velocidad que ha contratado el usuario.