La revista Interviú publica un reportaje sobre cómo centenares de turistas extranjeros y españoles montan fiestas salvajes cada jueves a bordo de El Bucanero, un barco atracado en Benalmádena (Málaga). Por 15 euros, consumición incluida, los pasajeros, la mayoría ingleses, asisten a estos ardientes encuentros. La organización les reparte plátanos y nata montada para que empiecen a jugar cuando se caliente la noche. La fama de la jarana de Benalmádena ha corrido de boca en boca en los ambientes nocturnos de la ciudad.