Investigadores del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) han conseguido que células extraídas de la piel humana se convirtieran en megacariocitos, las células que dan lugar a las plaquetas, gracias a un cultivo con un cóctel de seis factores químicos que estimularon el proceso. Las plaquetas tienen un papel fundamental en la sangre porque participan en los procesos de coagulación sanguínea y cicatrización.

Como destacan los autores, la investigación abre una prometedora vía para el futuro tratamiento de enfermedades genéticas caracterizadas por la falta de producción de plaquetas, además de ser una fuente alternativa frente a los actuales trasplantes, aunque al mismo tiempo recuerdan con prudencia que queda «todavía mucho trabajo» hasta que pueda empezarse a aplicar terapéuticamente, explica Ángel Raya, director del CMRB y profesor ICREA de la Generalitat.

Los detalles de la investigación, realizada en colaboración con otros centros españoles e internacionales, se han publicado en la revista Cell Reports. El primer firmante es Julián Pulecio, del CMRB.

Aunque las pruebas con células humanas se han efectuado in vitro, la misma investigación ha llegado a la fase de trasplante en ratones con resultados satisfactorios, es decir, los megacariocitos se han incorporado sin problemas a los tejidos «y han empezado a producir plaquetas que circulan en la sangre de los ratones juntamente con las suyas propias», destacan los autores.

El estudio muestra que es posible convertir células de la piel en megacariocitos con las mismas funciones que los que se encuentran en el cuerpo humano. «No hemos observado ninguna diferencia funcional», insiste Raya. La conversión fue inducida en cultivo en solo dos semanas.

SIN RECHAZO INMUNOLÓGICO / Según Raya, actualmente, las fuentes de plaquetas para la trasfusión son insuficientes y pueden estar asociadas con riesgo de rechazo inmunológico. Este no sería el caso, añade el investigador, puesto que las plaquetas cultivadas serían totalmente compatibles con el donante-receptor.

Buscando una alternativa a las transfusiones convencionales, los autores usaron una tecnología recientemente desarrollada en colaboración con investigadores de la Universidad de Lund en Suecia para generar glóbulos rojos. Pero llevaron esta tecnología más allá consiguiendo producir megacariocitos que pueden ser usados en el laboratorio para producir plaquetas.

Tras el experimento con ratones, y para probar la posible aplicación clínica de este protocolo, los investigadores lo ensayaron en la anemia de Fanconi, una enfermedad genética rara en la cual la mayoría de pacientes sufren una reducción severa en el número de plaquetas. Este paso se efectuó en colaboración con el grupo de Juan Bueren del Ciemat de Madrid, experto mundial en la enfermedad. Después de la corrección genética de las células de los pacientes, el cóctel de seis factores fue capaz de convertirlas en megacariocitos sanos, que a su vez podían ser usados para producir plaquetas sanas en el laboratorio.

«Los resultados demuestran que se pueden obtener megacariocitos con potencial clínico mediante la transdiferenciación directa de muestras fácilmente accesibles como lo son las células de la piel, como alternativa a la generación de células madre pluripotentes inducidas (iPSC)», escribe Raya. «Qué tecnología será utilizada en el entorno clínico, es difícil de prever», concluye el director del CMRB. H