Los Mossos d´Esquadra reanudarán hoy los interrogatorios en el entorno familiar más próximo de las dos mujeres, una madre y su hija, que el lunes pasado fueron asesinadas a puñaladas en su domicilio de Lliçà de Valls (Barcelona). Los investigadores, que durante la jornada de ayer habían dado crédito a la hipótesis del robo, no descartaban anoche ninguna otra posibilidad, incluida la de la violencia doméstica.

Los forenses finalizaron anoche las autopsias de las dos víctimas. El cuerpo de Sílvia C. A., de 32 años, presentaba signos de haber sufrido una violencia "exagerada, inusual y desproporcionada", indicaron fuentes de la investigación policial. En cambio, el cadáver de María Engracia A. V., de 54 años, que fue sorprendida cuando intentaba huir para pedir ayuda, presentaba "las heridas justas y necesarias para morir", describieron las mismas fuentes.

Los investigadores siguen buscando pruebas e indicios en la casa de las víctimas. El marido de la joven, un agente de los Mossos --que fue quien encontró los dos cadáveres--, volverá a declarar hoy, después de que en su primera presencia ante los agentes apenas pudiera contestar a las preguntas, dado su estado anímico. Los agentes lo hallaron en casa, manchado de sangre y con heridas en las manos.