El de King es un caso de libro. De manual psiquiátrico. El de un hombre marcado de por vida por una experiencia traumática en la niñez que, lejos de asimilarla con los años, ha alimentado una grave patología mental. Fuentes de la investigación confirmaron ayer que el doble homicida presenta rasgos psicopáticos clarísimos, denominadores comunes de violadores y asesinos en serie.

La cadena SER hurgó ayer en el pasado de King, hallando un dato esclarecedor que ninguna fuente oficial quiso confirmar. Cuando era menor de edad, estuvo ingresado en un reformatorio británico por matar a dos hombres acusados de violar a su hermana. Un acontecimiento que, sin duda, marcaría para siempre la trayectoria emocional de este hombre.

DESEO DE VENGANZA

Agresividad, frialdad y deseo de venganza. Dos expertos en psiquiatría consultados ayer coincidieron en que estas tres líneas maestras conforman la parte patológica de su personalidad. Es agresivo hasta límites insospechados cuando bebe y se droga. Frío al atacar a sus víctimas por un móvil sexual. Y, para finalizar, la necesidad, seguramente inconsciente, de vengar la atrocidad cometida hace años a su hermana.

Un parte oscura que, según los facultativos, no está reñida con una faceta amable, correcta e incluso cariñosa. Hasta el punto de que una de las hijas adolescentes de su actual compañera sentimental lo calificó como "un cielo de persona".

AMABLE Y EDUCADO

Este último es el King que también recuerdan muchos vecinos de Alhaurín el Grande. Por eso, no daban crédito a que aquel inglés bien parecido, amable y educado pudiera haber cometido tamaños delitos. "Mientras no se toca o no aflora esa parte enferma de su mente puede ser una persona extraordinaria", explicó uno de los expertos.

Ayer se confirmó que la primera mujer de King, de origen chileno, le había denunciado por sufrir malos tratos.