Un equipo internacional de genetistas y paleontólogos ha logrado descifrar una parte esencial del genoma del neandertal --un primer borrador al 60%, según su propia definición-- tras analizar unos fragmentados y precarios huesos hallados en una cueva de Croacia. Una auténtica filigrana. Las dificultades eran obvias si se tiene en cuenta que los neandertales desaparecieron de la tierra hace 30.000 años, que el ADN se estropea con el tiempo y que los restos supervivientes se contaminan muy con material genético procedente de bacterias. En cualquier caso, la ciencia ficción queda lejos: "La resurreción de la especie sigue resultando imposible", dijo ayer el jefe del equipo, el biólogo sueco Svante Pääbo, al presentar los resultados en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en Chicago.

Los investigadores, encabezados por Pääbo, director del Departamento de Antropología Genética del Instituto Max Planck de Leipzig (Alemania), han secuenciado 100 millones de fragmentos de ADN y han obtenido unos 3.000 millones de pares de bases (unidades esenciales del genoma) que equivalen al citado 60%. Años atrás, el mismo equipo había descifrado partes más pequeñas, como el llamado ADN mitocondrial (fuera del núcleo celular), pero ahora se ha logrado un salto sustancial.

Además del Instituto Max Planck, en el trabajo ha tenido un peso fundamental el sistema de secuenciación desarrollado por la empresa biotecnológica 454 Life Sciences, que entre otros avances permite ensamblar piezas con mayor facilidad, como si se tratara de un puzle, y descartar el ADN de origen bacteriano. El desarrollo de la computación ha permitido reducir el material necesario para el estudio --se necesitó medio gramo de hueso--. En el equipo también están los españoles Javier Fortea y Marco de la Rasilla (Universidad de Oviedo) y Antonio Rosas y Carles Lalueza-Fox (CSIC).