La Fiscalía General del Estado ha ordenado investigar la actuación de tres guardias civiles de Ceuta que pincharon los salvavidas de cuatro inmigrantes a los que interceptaron en el mar. Uno de ellos falleció ahogado porque no sabía nadar. Los agentes podrían ser acusados de un presunto delito de homicidio por imprudencia.

En la noche del 25 a 26 de septiembre del 2007 frente a las costas de Ceuta, una embarcación de la Guardia Civil interceptó a cuatro subsaharianos, tres hombres y una mujer, que, procedentes de Marruecos, intentaban acceder a nado a la ciudad. Los guardias los detuvieron, les esposaron y volvieron con ellos a aguas marroquís, donde a unos 100 metros de la costa les empujaron al agua y les pincharon con un cuchillo los salvavidas.

Un senegalés de 29 años "comenzó a pedir auxilio diciendo que no sabía nadar, lo que, en principio, tomaron a broma los agentes, que se rieron de la situación", según el escrito enviado por la fiscalía general a las de Cádiz y Ceuta, en el que ordena una investigación. Esta instrucción precisa que, al final, se percataron de lo que sucedía y un guardia se tiró al agua para sacarlo, pero ya era tarde.

Cuando los subsaharianos llegaron a la costa marroquí, la policía de ese país se negó a aceptar al que presentaba signos de agonía, por lo que la Guardia Civil llamó a una ambulancia de Ceuta, que tardó casi una hora en llegar. Dos camilleros lo recogieron cruzando por la cancela fronteriza. La denuncia fue presentada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado de Andalucía y, según su abogado lo correcto habría sido detenerlos en España.