Por orden de la titular del Juzgado de Instrucción Número 8 de Granada, la Guardia Civil está investigando las razones que movieron a una veintena de familias gitanas a ocupar unas viejas viviendas de protección oficial en la localidad granadina de Jun. Según publica hoy el semanario Interviú , lo que en un principio se consideró la rebelión de personas sin hogar no parece ahora un movimiento espontáneo y podría esconder una posible trama de especulación urbanística.

En las diligencias del desalojo, practicado por la Guardia Civil pacíficamente el pasado jueves, los agentes hacen constar que los ocupantes, de etnia gitana, fueron convocados "por el boca a boca". Uno de los que ha actuado como portavoz de los invasores tiene casa en Granada y conduce dos coches grandes.

Las viviendas que fueron ocupadas ilegalmente están en tres edificios propiedad de dos adineradas familias granadinas, los Méndez Fernández de Córdoba y los Montoso de Damas Soriano, y están colindantes a unos terrenos que acaba de adquirir el consistorio por un millón --parte de ellos a los Méndez-- para hacer una reforma urbanística que subirá el valor del área.