Las autoridades islandesas mantienen la alerta en el sur del país tras las crecidas provocadas por el deshielo del glaciar Eyjafjällajökull a causa de la erupción de un volcán subterráneo y que provocaron anoche la evacuación de urgencia de 800 personas.

Los partes meteorológicos pronostican que caerá ceniza volcánica en la zona al sur del glaciar durante esta tarde y noche, con alto contenido en flúor, que presenta un riesgo de salud especial para el ganado en las zonas donde la capa de ceniza tiene un grosor superior a un centímetro. Las autoridades islandesas han reiterado su recomendación de usar una mascarilla y ropa protectora en caso de salir a la calle, invitando a los niños y adultos con problemas respiratorios a permanecer en sus casas.

La recomendación va dirigida a todos los islandeses y no solo a los residentes en el sur del país, ante la imposibilidad de predecir con certeza absoluta los cambios en la dirección del viento, que hoy se prevé sople en dirección oeste, aunque evolucionará a dirección norte por la noche.

CRECIDAS DE LOS RÍOS

Durante la noche se produjeron otras dos crecidas procedentes de la laguna Gígjökull, la última tan grande como la que provocó la evacuación de urgencia, aunque la situación se ha estabilizado en las últimas horas e incluso el nivel de las aguas ha descendido, según el Ministerio de Medio Ambiente islandés.

Los residentes de los distritos de Fljótshlíd y Landeyjar han podido regresar a sus casas, con la excepción de veinte granjas, al comprobarse que los diques contuvieron la subida del nivel del río Markarfljót, según ha informado Protección Civil islandesa.

Las riadas no provocaron daños personales, pero sí daños materiales de consideración en varias carreteras, incluida la ruta 1, el anillo principal que recorre toda la isla y que está cortada al tráfico en un tramo de unos 400 metros.

La Policía controla de cerca el nivel de las corrientes de agua en la zona circundante al glaciar, y asegura que se realizarán nuevas evacuaciones si se vuelven a producir crecidas anormales en las próximas horas.

EL VOLCÁN SIGUE EN ERUPCIÓN

Estabilizada por ahora la situación creada por las crecidas, los expertos supervisan ahora la evolución del volcán bajo el glaciar de Eyjafjälla, cuya erupción, que se mantiene viva, se calcula es diez veces superior a la del vecino Fimmvorduhals, producida a finales de marzo y que se apagó la semana pasada.

La última erupción ha puesto en alerta las estaciones de control de toda Islandia, una isla volcánica que de media registra una erupción cada tres años, y los análisis apuntan a una incipiente actividad en forma de pequeños sismos en los lagos volcánicos de Grimsvotn, debajo del glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa en volumen.

Pall Einarsson, profesor de geociencias de la Universidad de Islandia, señaló hoy a la edición digital del diario "Fréttabladid" que Grimsvotn presenta condiciones similares a la de su última erupción en 2004 y que hay indicaciones de que podría estallar antes de los próximos 24 meses. Alerto además sobre el Hekla, el volcán más famoso de Islandia, que desde 1970 ha entrado en erupción cada diez años más o menos, la última vez en 2000.

La preocupación central de los expertos ante el peligro de nuevas erupciones se dirige sin embargo al Katla, un volcán situado al este del Eyjafjällajökull y con un amplio historial de actividad, siempre precedida por estallidos en los volcanes vecinos.