Las diferencias entre Alemania e Italia, que se disputan el liderazgo del proyecto, bloquean de nuevo el superprograma de navegación por satélite Galileo, la alternativa europea al GPS norteamericano, según informa la Agencia Espacial Europea (ESA). Evidentemente, el motivo de disputa vuelve a ser monetario: una mayor participación equivale a una mayor inversión y, a la larga, más contratos de construcción y gestión para las empresas de los respectivos países. Y Galileo no es precisamente un proyecto pequeño: cuenta entre 3.200 y 3.600 millones de euros (entre 530.000 y 600.000 millones de pesetas).

Tras inacabables disensiones en materia económica y de control, los ministros de Transportes de los países de la ESA llegaron el pasado 26 de marzo a un principio de acuerdo. Faltaba, no obstante, fijar la participación de cada uno de ellos en Galileo (la UE y la ESa deben financiarlo a partes iguales, aunque la agencia espacial se encargará de la gestión).

Según la última propuesta, del pasado 12 de diciembre, a los cuatro líderes (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido), les correspondería pagar lo mismo, el 17,5% del total de la ESA. Pero aquí se han encallado las negociaciones: "13 de los 15 países --subraya la ESA en un comunicado-- aceptaron los términos del compromiso, pero no Alemania y España". Alemania atribuye el problema a la "intransigencia" de Italia.

"Es un duro golpe para Europa. Toda la industria espacial sufrirá esta ruptura", dice el director de la ESA, Antonio Rodotá.

Galileo, cuya entrada en servicio está prevista para el 2008, supondrá el lanzamiento de una treintena de satélites a partir del 2006. El programa será vital en el control del tráfico aéreo, terrestre y marítimo, en la transmisión sincronizada de datos y en sistema de localización de coches y personas, entre otros sectores.