La Academia Sueca anuncia hoy el nombre del premio Nobel de Literatura de 2003 al que aspiran los candidatos habituales, como el peruano Mario Vargas Llosa o el sudafricano J.M Coetze, aunque, como todos los años, no se puede descartar una sorpresa.

La ley no escrita de la rotación geográfica hace esperar que, como el año pasado el premio fue para el húngaro Imre Kertesz, este año sea para un escritor no europeo.

Vargas Llosa, a quien su novela de juventud La ciudad y los perros convirtió desde muy pronto en un eterno candidato, ya ha alcanzado, con más de 65 años, la edad en la que la Academia Sueca suele premiar a los escritores por la obra de toda su vida.

Además, su militancia política y su candidatura a la Presidencia peruana ya está lo suficientemente lejos como para que el otorgamiento del galardón se pudiera ver como motivado por razones puramente literarias.

El caso de Coetze, autor de complejas y desgarradoras novelas sobre la Sudáfrica posterior al "apartheid", es distinto porque su obra es muy diferente a la de Nadine Gordimer, la única galardonada sudafricana, que recibió el premio en 1991. Además de Coetze y Vargas Llosa, hay estadounidenses, como John Updicke, Don De Lillo o Philip Roth, que deben ser considerados en las quinielas, y portugueses como Antonio Lobo Antunez.