Jaime de Jaraíz, aunque estés en el más allá, tu espíritu y tu presencia la sentimos tan de cerca, que casi la palpamos, pues tu pintura está viva, y permanecerá aquí entre nosotros, y aunque la muerte nos separe, la historia nos vuelve a unir, y tú formas parte de ella ¡y de qué forma!

Tus amigos, y tus admiradores del arte, que son muchos en todo el mundo, a pesar de que nadie es profeta en su tierra , tú en cambio, como has dejado jirones de tu piel por ella, ella jamás te ha olvidado. Porque naciste en un pueblo que puede presumir, además de su belleza incomparable, el de haber dado grandes hombres que han ensalzado y revalorizado la Historia de Extremadura, y tú eres uno de ellos, que has quedado aquí muchos de tus tesoros artísticos, incluso a veces fueron acompañados de celestial sinfonía que tú mismo componías con ese enorme talento que fuiste dotado por Providencia Divina, y que en la basílica del monasterio de Yuste, cobró su máximo exponente, y en donde tuve la dicha de estar contigo y poder transportarme al septum lucidum . Es hoy un día muy triste en el que quiero resaltar la enorme fuerza artística de tu persona, pero también tus valores humanos, tu humildad y enorme sencillez, pues ello alarga y engrandece aún más si cabe, la sombra de tu figura, especialmente cuando has llegado a la cima, como uno de los mejores artistas del siglo XX.

Tampoco puedo olvidar la infancia que nos tocó vivir, muy próximos, y que rememoramos aquel día 21 de septiembre del año 2005, que me visitaste en compañía de tu señor M. Dolores en la sede de la Asociación Española contra el Cáncer de Cáceres, para invitarme personalmente a tu brillante exposición monográfica de Badajoz, y que casi te emocionas al ver el premio Solidaridad Extremadura 2004 que habíamos recibido hacía poco. Quiero agradecerte también el detalle que tuviste con Amigos de la Vera regalándonos un enorme y precioso cuadro que exhibimos en la asociación y que desde el mismo día que llegó a Jarandilla, aquel 4 de noviembre de 1990 coincidiendo con nuestra primera multitudinaria asamblea, aprobamos por unanimidad fuera nuestro logotipo. ¡Gracias Jaime!, y en donde estés, allá arriba, estarás viendo las bellezas que tu pincel ha quedado aquí en la tierra, para disfrute y gozo de la humanidad.

Hasta siempre, amado amigo, quiero expresar mi más sentido pésame a toda tu familia, especialmente a M. Dolores e hijos.

Delfín Hernández Hernández

Presidente de la Asociación Cultural ´Amigos de la Vera´