Enrique Gallud Jardiel asistió el jueves en Badajoz a la representación de la obra de teatro Desastres de Hamor perdidos, en la que la compañía pacense Saltarrana rescata la figura de su abuelo, el escritor Enrique Jardiel Poncela. El protagonista de esta entrevista no es el entrevistado, sino el autor de Eloísa está debajo del almendro .

--¿Qué le parece la obra?

-- Es muy interesante porque la autora ha hecho un ejercicio de creatividad importante y al mismo tiempo ha sabido incorporar muchos elementos de la pluma de Jardiel, textos suyos, para hacerlo de una forma muy completa y atractiva para el público.

-- ¿Qué aporta sobre la vida y la figura de Jardiel Poncela?

-- Da una visión muy personal. Se sabe poco de la vida de Jardiel, de sus relaciones con otras personas. Es interesante porque habla de su relación con las mujeres. Jardiel tuvo fama de misógino y realmente no lo era.

-- Usted no llegó a conocerlo porque murió joven, a los 51 años, pero ¿cómo era Jardiel?

-- Era una persona muy sociable. No escribía en su casa, lo hacía en el café, rodeado de amigos. Siempre estaba de buen humor. Los últimos años fueron difíciles por su enfermedad, pero en general él disfrutó de la vida. Decía que le gustaba escribir, le pagaban por ello luego le pagaban para que se divirtiera.

-- Fue muy prolífico y de haber vivido más ¿hacia dónde hubiera evolucionado su obra?

-- Hubiera seguido escribiendo obras teatrales porque le gustaba mucho, pero hay una faceta, la de novelista, que quedó truncada. Escribió cuatro novelas, que tuvieron mucho éxito pero luego, en la República y también durante el Franquismo se prohibieron y dejó de escribir novela.

--Esta obra de teatro ha surgido en Badajoz y no en su ciudad natal, Madrid.

-- En los libros sobre Madrid no aparece nunca Jardiel Poncela. Madrid no lo ha respaldado, no lo ha reconocido como uno de sus hijos. No sé porqué.