Llamadas anónimas, pintadas y ahora una bala contra la Iglesia italiana a cuenta de las parejas de hecho. A medida que se acerca la fecha de la gran manifestación católica del 12 de mayo contra el anteproyecto de ley sobre este tipo de uniones --incluidas las homosexuales-- y en favor de la familia tradicional, aumentan las amenazas contra el presidente de los obispos italianos, el arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, que el viernes recibió una bala por correo. Ayer, Benedicto XVI le telefoneó para expresarle su solidaridad.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, envió ayer un mensaje al prelado, asegurándole que "Italia no le dejará solo frente a las inadmisibles y viles amenazas de origen oscuro de las que ha sido víctima". El mensaje se añade a los cientos recibidos, que desde principios de abril tiene escolta policial.