La Iglesia ha retornado durante el pontificado de Juan Pablo II a prácticas preconciliares, muy semejantes a las que impuso Pío XII. Partiendo de este análisis, los jesuitas españoles piden al nuevo Papa una mayor libertad de opinión e igualdad entre sus miembros y cuestionan la forma actual de elegir los obispos, "sin tener en cuenta a la diócesis y al pueblo cristiano al que van a servir".

La Compañía de Jesús, que cuenta en España con 1.300 sacerdotes y 500 frailes, denuncia en el último número de su revista oficial, Mensajero Corazón de Jesús , que la Iglesia ha estado desde 1978 en manos de cuatro personalidades "todas ellas juridicistas, acríticas y fidelísimas" a Juan Pablo II: Joseph Ratzinger, teólogo de cabecera del fallecido papa y auténtico guardián de la fe; los hombres de confianza de Karol Wojtyla, los cardenales Angelo Sodano y Eduardo Martínez Somalo, y el arzobispo Stanislaw Dziwisz.

Los jesuitas denuncian la "invasión" de la Iglesia por parte de movimientos neoconservadores como Comunicación y Liberación, Neocatecumenales y "el ya experimentado Opus Dei", y piden "una mayor frescura, espontaneidad y novedad" en las celebraciones litúrgicas.

La revista defiende una comunidad eclesial regida por el principio de la igualdad entre varones y mujeres, clérigos y laicos, de tal manera "que la Iglesia se parezca cada vez menos a una entidad administrativa" y "no se ocupe tanto en detectar desviaciones y errores como de fomentar y tutelar la vida plural que la misma fe suscita".

MAS DEMOCRACIA El editorial lamenta que el estilo del ejercicio de la autoridad no permita el pluralismo teológico ni haya cambiado en muchos ámbitos, ya que "algunos procedimientos disciplinares rozan la vulneración de los derechos humanos". "Que la Iglesia sea jerárquica no obsta para que sea un poco más democrática", piden al Papa.