La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, fue contundente contra determinados productos que no solo carecen de evidencia científica sino que son, directamente, «peligrosos para la salud». En esos casos, el Gobierno tiene pensado actuar como hasta ahora: denunciar ante la fiscalía. Carcedo puso como ejemplo al controvertido Josep Pàmies por la promoción de la llamada solución mineral milagrosa (MMS, clorito de sodio, un derivado de la lejía) para tratar el autismo. El ministerio interpuso una denuncia ante la fiscalía, que estima que la venta y la promoción del MMS podría incurrir en un delito contra la salud pública. La investigación se centra sobre todo en determinar dónde se está publicitando y vendiendo este compuesto tóxico.