El anuncio de la desaparición de las becas y su sustitución por contratos, previsto en el borrador de la ley de la ciencia, fue acogido ayer con cautela por los jóvenes investigadores. Estos recelarán hasta que "la norma sea publicada en el BOE y quede claro que se han suprimido del todo las becas". Salomón Aguado, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores Precarios, reconoció que el Ministerio de Ciencia "ha dado un paso" tratando de llegar a un consenso, pero aseguró que la comunidad científica quiere un pacto nacional por la ciencia similar y "con el mismo talante" del que prepara el Gobierno para la educación. "Si no cuenta con el concurso de agentes sociales, partidos políticos y de todos los investigadores, será una ley coja", vaticinó Aguado.

El colectivo mantiene la convocatoria de una marcha el 6 de marzo en Madrid para reivindicar este pacto y "llamar la atención" del Ejecutivo por el recorte en I+D y acelerar una ley que, dijo Aguado, debería haber estado terminada el año pasado. La ministra defendió la norma.