Los toros de la ganadería sevillana de Juan Pedro Domecq han puesto fin a los encierros de los Sanfermines 2004 con una carrera limpia y rápida, en la que sin embargo no faltaron pisotones y algunas caídas de corredores, uno de los cuales ha resultado al parecer con un puntazo.El octavo encierro de las fiestas ha congregado a numerosos corredores, aunque en una cifra sensiblemente inferior a la del fin de semana, y se ha desarrollado en 2 minutos y 35 segundos en una mañana fresca y soleada.La manada ha partido a las ocho horas de los corralillos de Santo Domingo encabezada por unos cabestros que pronto han sido adelantados por los bureles, que a partir de entonces se han encargado de dirigir al grupo a lo largo de todo el recorrido.En este tramo han comenzado sin embargo a estirarse, aunque sin romper la torada, y alguno de los astados ha derrotado en varias ocasiones, alcanzando al parecer a uno de los mozos.Al Ayuntamiento han llegado en primer lugar dos morlacos negros y uno jabonero, éste último el de mayor peso, con 680 kilogramos, seguidos por sus hermanos y los cabestros para cruzar esta plaza sin mayores problemas que algunas caídas.Peligro en la calle MercaderesUna vez más, la entrada en la calle Mercaderes ha incrementado el peligro, en esta ocasión al resbalar tres de los toros, aunque se levantaron y siguieron su camino sin hacer por los corredores.Las caídas se han repetido de nuevo en la curva de acceso a Estafeta, donde tres juanpedros han quedado tendidos en el pavimento y, al incorporarse, uno de ellos ha hecho amago de retroceder, lo que han impedido los cabestros que han llegado en ese momento al lugar.La manada ha corrido ya dividida toda la calle Estafeta, con tres toros al frente, otros dos metros más atrás y un último cerrando el grupo con los cabestros.Estos espacios han permitido a los mozos acercarse a los animales y protagonizar lucidas carreras, pese a las imprudencias de algunos que no han dudado en agarrarse a sus lomos.Sin crear problemas mayores, la manada ha continuado la rápida carrera por el tramo de Telefónica, manteniéndose fragmentada, y ha proseguido hacia el Callejón, donde las caídas de algunos mozos han ocasionado un pequeño montón al que los toros no han prestado atención.Los tres toros que encabezaban el grupo han accedido al coso abriéndose hacia la izquierda y cuando se dirigían hacia chiqueros ha sido necesaria la intervención de los dobladores al detenerse uno de ellos, que se ha girado hacia el centro del ruedo.El resto de la torada ha entrado disgregada en la plaza, aunque se ha dirigido hacia toriles sin más ayuda que la de los cabestros que iban tras ellos cerrando el encierro.