Una jubilada de 75 años, Encarna Pérez, ha recibido "por error" una orden de embargo de su casa, ubicada en Valencia y en la que vive desde hace veinte años, y "teme" que se ejecute y salga a subasta la vivienda, que está "libre de cargas", según ha afirmado a Efe su abogado y sobrino, Manuel Morales.

El letrado ha sostenido que esta "rocambolesca" situación se debe a un "grave error" consistente en que un juzgado ha sacado a subasta un piso situado en un "inexistente número" 34 de la avenida Doctor Waksman, mientras que la propiedad de la afectada está situada en el 36.

No obstante, fuentes del Tribunal Superior de Justicia valenciano consultadas por Efe han asegurado que "no existe notificación alguna dirigida a la mujer ni acción de embargo contra ella ni de su piso", sino que la demanda por impago refiere a "otra persona y vivienda", por lo que no se explican el malentendido.

Según ha relatado a Efe la propia hija de la afectada, Mari Luz Sepúlveda, la supuesta notificación de desahucio la halló el domingo "en el buzón" de la casa de su madre cuando, "de casualidad", fue a regarle las plantas, dado que se encontraba pasando unos días con su otro hijo, en Zaragoza.

La orden fijaba el desalojo para el miércoles, una situación que "gracias a Dios" no se ha producido, porque su madre, viuda y que padece del corazón, está "todavía con el miedo en el cuerpo y con ataques de ansiedad por este incomprensible jaleo".

Según ha explicado el letrado de la familia, el año pasado sobre estas fechas, Encarna recibió la carta de un subastero interesándose por la vivienda y solicitando verla.

La familia, extrañada, se puso en contacto con el hombre para saber a qué se debía su solicitud, respondiéndoles que la vivienda "estaba incluida en el listado de un edicto oficial que informaba de una orden de embargo" sobre la misma.

Tras recurrir a diferentes instancias, logró saber que el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Llíria (Valencia) "había sacado a subasta la vivienda, cuando se compró en 1989 al contado y está libre de cargas", y comunicó que había un error.

Después de "acreditar con documentos", comprobó que el número registral de la casa sobre la que realmente se ordenaba el embargo, en otro número de la calle, "ni se parecía" al de su tía y que las personas titulares a las que se embargaba "no tienen relación alguna ni con ella ni con su vivienda", situada en el 36 de la vía.

"Parecer ser que hubo un error con el número de la calle. A veces pasa, como en este caso, que hay números que desaparecen por construcciones sucesivas. Notificamos este error y nos quedamos tan tranquilos", relata.

Pero este domingo, la hija de la jubilada acudió a la casa de su madre, que estaba fuera de Valencia, y encontró "en el buzón" la notificación del desahucio, que finalmente no se ha producido.

Desde el Tribunal Superior de Justicia valenciano han insistido en que el error lo comete la familia desde el momento en el que "se dan por aludidos" cuando "no hay notificación oficial alguna de desahucio que se dirija a esta mujer" ni "nadie iba o va a desalojarla" de su casa.

"La carta no iba a su nombre ni es sobre su vivienda. Sí hay una demanda dirigida contra otra persona -que sí es deudora- y sobre otra vivienda -cuyo número de vía es otro, que ha podido 'correr' con el paso de los años-", han remarcado estas fuentes.

Han destacado, además, que, incluso antes de que la familia denunciara el supuesto error administrativo, "el Servicio Común de Notificaciones ya había devuelto la notificación al juzgado, apuntando el error".

El abogado de Encarna ha anunciado que, de no subsanarse definitivamente la situación, estudiará presentar una denuncia.

La hija de la afectada, sin concretar a quién iba dirigido el sobre de la notificación, ha calificado el "error" de "pesadilla".