El juez decano de Barcelona, José Manuel Regadera, remitió ayer una carta al director general de la policía de Cataluña, Rafael Olmos, en la que acusa a los Mossos de filtrar noticias que desprestigian a los jueces, que "obedecen a intereses espurios" y cuyo fin es "ocultar o minimizar el impacto de otras informaciones que sí afectan directamente a la seguridad de los ciudadanos". La misiva también fue distribuida a los jueces y tensionó más las relaciones entre la magistratura y los mandos de la policía que, por la tarde, quitaron hierro al asunto, negaron haber filtrado datos y "menos aún con el ánimo de desprestigiar personalmente" a ningún juez.

La inusual reprimenda de Regadera se produce días después de que los medios de comunicación se hicieran eco del comportamiento que adoptó la jueza de Barcelona M. S. L. M., en un control de alcoholemia preventivo, el pasado 9 de octubre, y de la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena a seis años y siete meses de prisión por torturas a tres mossos y a penas menores por otros delitos a dos agentes más.

El viernes pasado, los Mossos comunicaron por correo electrónico al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) la incidencia con la jueza, que dio positivo en la alcoholemia y se enzarzó verbalmente con los agentes. El altercado salió a la luz pública el lunes. La presidenta del TSJC, Maria Eugenia Alegret, decidió entonces elevar la queja al órgano de gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial.

Regadera sostiene que los jueces se han visto "sorprendidos, una vez más, por la filtración a la prensa de una actuación policial de los Mossos" (el incidente de la magistrada). En su opinión, hechos así vulneran los más elementales principios que deben presidir la tramitación de las diligencias policiales, "atentan contra el derecho a la intimidad de las personas e incluso pueden ser constitutivos de delito". El juez sostiene que las reiteradas filtraciones obedecen a intereses oscuros y que tienen como propósito "sembrar la duda y el desprestigio personal" sobre los miembros de la judicatura.

QUIEBRA DE CONFIANZA "Es incomprensible la razón por la que se utilizan de esta forma datos privados, salvo que el propósito sea ocultar o minimizar el impacto de otras informaciones que sí afectan a la seguridad de los ciudadanos", afirma en referencia a la condena de los mossos por torturas. E incide en que estas actuaciones pueden llevar a "la quiebra de la confianza" que deben tener en los miembros de la policía quienes integran el poder judicial.

La Dirección General de la Policia no solo negó que se hubiera filtrado información, sino que mostró el propósito de mantener el "entendimiento" con los jueces de Barcelona. En este sentido, un comunicado daba cuenta ayer de la llamada de Olmos a Regadera para expresarle "su confianza y lealtad" en que se basa la relación entre las dos instituciones. "La ciudadanía --reza la nota-- requiere que tanto la judicatura como la policía hagan los esfuerzos necesarios para ofrecer un servicio público de la máxima calidad".