´EL CASO BOURNE´

DIRECTOR: Doug Liman. INTERPRETES: Matt Damon, Franka Potente. SALAS: Cáceres, Badajoz, Plasencia, Mérida, Almendralejo.

Como en otras películas americanas, el envés de su sistema (sus turbiedades y manejos) emerge aquí con transparencia, no se sabe bien si inspirado por el ala liberal de esta sociedad o por el irrenunciable principio de la libertad de expresión. De manera que se ve a la CIA en acción, algo que para aquí hubiéramos querido en los tiempos del GAL.

En El caso Bourne se explica la creación, dentro de las fuerzas de seguridad, de un departamento para formar agentes asesinos. Este departamento funciona al margen de las altas instancias, que, sin embargo, lo consienten.

LECTURA POLITICA

Más allá de esta lectura, digamos, política, El caso Bourne es una estupenda película, algo sorprendente e inhabitual tratándose de una obra de género, en que las fórmulas han acabado con cualquier atisbo de honestidad: no importa la historia sino su ritmo, no importan sus personajes sino sus caricaturas, a la vieja usanza: el héroe, el malo, la chica, el gracioso...

En El caso Bourne , Doug Liman, su director, deja a un lado estas caricaturas y se preocupa de sus personajes, un espía con amnesia que aparece abandonado en el mar con dos disparos en la espalda y es recogido por unos marineros italianos que lo devuelven a tierra. Allí deberá reconstruir su identidad: lo que descubre es el núcleo de esta película. Liman pone en imágenes sombrías una historia que lo es, aplica un estilo, digamos, moderno: mucho movimiento de cámara, un montaje sincopado, que es, sin embargo, lo peor del filme; y elabora un suspense eficaz y una acción coherente y verosímil.