Un juez de lo penal ha absuelto al corredor del encierro que en los pasados Sanfermines corrió ante los cabestros de cola de la mano de su hijo de 11 años, sentencia que ha dictado in voce al finalizar la vista y en la que ha condenado a la demandante, exmujer del acusado, a pagar las costas. El fiscal ha reconocido que los hechos fueron "una irresponsabilidad" del padre, pero que "está al margen del derecho penal".En el juicio, en el que fiscal y defensa han solicitado la libre absolución, la acusación particular ha pedido 15 fines de semana de arresto por un delito contra los deberes familiares, además de un año de prisión y una indemnización de 12.000 euros por un delito de lesiones a la madre del niño por la depresión psicológica que sufre.Según ha manifestado el acusado, el madrileño Luis Miguel Gómez Bastelleros, corredor habitual de los encierros de Pamplona y asiduo a festejos taurinos en diversos puntos de España, los hechos sucedieron el pasado 10 de julio cuando había finalizado la carrera con los toros y una vez escuchado el cohete que anuncia que los animales bravos están enchiquerados (encerrados).Los cabestros "son totalmente mansos"En ese momento Gómez acudió a recoger a su hijo, que había visto el encierro desde un balcón y que le pidió correr ante los cabestros de cola, a lo que el padre accedió porque "tiene mucha afición, demasiada", y dado que estos animales "son totalmente mansos." El padre ha reiterado: "En ningún momento consideré que había peligro para el niño", con quien corrió "de la mano y en todo momento pendiente de él".Las imágenes de su carrera fueron recogidas por alguna cadena de televisión y por fotógrafos de prensa, por lo que la madre las vio posteriormente, al igual que un juez madrileño, que privó temporalmente al padre de los deberes de la patria potestad que ese mes disfrutaba por el acuerdo de su divorcio. "Quiero con locura a mi hijo y jamás le pondría en peligro", ha dicho hoy en la vista oral Gómez, que ha reiterado: "No había peligro, pero en cualquier caso le protegí y le llevé de la mano".Por su parte, la madre del niño, Ana María Ruiz, ha reconocido que "no tenía ninguna relación" tras su divorcio con el padre de su hijo, que a su juicio "puso en peligro la integridad física y psicológica del niño", lo que, unido a la reacción de su exmarido, le causó una depresión.800 kilos frente a los 35 del niñoEn sus conclusiones, fiscal y defensa han coincidido en pedir la absolución del acusado respecto a los dos delitos que se le imputaban, en el caso del ministerio público al entender que los hechos no son "causa suficiente" para derivar en la lesión psíquica que presenta la madre. En cuanto al presunto delito contra los deberes familiares por incumplimiento de la patria potestad, el fiscal ha reconocido que los hechos fueron "una irresponsabilidad" del padre, pero que "está al margen del derecho penal".La defensa por su parte, ha asumido estos argumentos y ha considerado que la acusación particular "se está valiendo de la repercusión mediática" que tuvieron los hechos, de la que "no es responsable" el acusado, para hacer un "uso abusivo del derecho penal". En su turno, la acusación particular ha defendido la postura de que el padre "puso en riesgo la vida de su hijo" al acercarlo a animales de "peligrosidad indudable", con 800 kilos frente a los 35 kilos del niño, además de subrayar la "causalidad directa" entre las lesiones de la madre y lo ocurrido.