El Consejo General del Poder Judicial ha acordado hoy sancionar al juez Rafael Tirado -que no ordenó ejecutar la sentencia que condenaba por abusos a su hija al presunto asesino de la niña Mari Luz Cortés- con una multa de 1.500 euros por una falta grave de retraso injustificado en la tramitación de la causa.

Así lo ha decidido la comisión disciplinaria del CGPJ por tres votos a dos y de acuerdo con la propuesta formulada por el instructor del expediente abierto a Tirado por el órgano de gobierno de los jueces, según fuentes del Consejo.

La Fiscalía, que consideraba que los hechos constituían una falta muy grave de desatención, propuso que el juez de Sevilla fuera sancionado con la suspensión por hasta tres años, el traslado forzoso o la expulsión de la carrera judicial.