La familia de Ana García Obregón pasa por malos momentos. Hoy lunes, el padre, la madre y dos hermanos de la protagonista de Ana y los siete deben acudir a un juzgado de Madrid para declarar a raíz de una querella por presunta estafa e insolvencia punible. La demanda fue interpuesta en el 2001 por un grupo de empresas afectadas por la suspensión de pagos de la constructora Jotsa, una compañía que fue fundada en 1957 por la familia de la actriz.

El titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, José Emilio Coronado Ruz, ha citado a declarar hoy como imputados al padre de la actriz, Antonio García Fernández; a la madre, Ana María Obregón Navarro, y a los hermanos Celia y Juan Antonio García Obregón. Todos ellos, vinculados a Jotsa. Sin embargo, la actriz no aparece en los negocios de la familia y ha dedicado su esfuerzo al mundo del espectáculo.

La querella contra los exdirectivos de Jotsa fue archivada provisionalmente en septiembre del 2002 hasta que el juzgado que tramitaba la suspensión de pagos no finalizara su labor.

IMPULSO JUDICIAL

El abogado barcelonés Cristóbal Martell, en representación de un grupo de afectados, impulsó el año pasado la acción contra los exconsejeros de la constructora, tanto los miembros de la familia García Obregón como los representantes de Philipp Holzman, el grupo alemán que controlaba Jotsa en noviembre de 1999, cuando presentó la suspensión de pagos. Esta empresa también fue controlada por la familia Ruiz Mateos.

Los querellantes aseguran que, antes del anuncio de la suspensión, Jotsa pidió a sus proveedores suministros, ocultando la crítica situación de la compañía.