El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, ha vuelto a aplicar una de sus pedagógicas sentencias, en este caso de forma reiterada, y ha condenado a varios infractores a redimir su falta asistiendo a los niños inmigrantes que llegan a las costas granadinas en patera. Calatayud ha pedido incluso a Cruz Roja, entidad que supervisa este cometido, que los sentenciados estén presentes en el momento en que los sin papeles desembarcan.

De este modo, el titular de menores pretende que los chavales reciban una lección de solidaridad de forma directa como método de reeducación. Los menores que reciben este tipo de condenas han cometido faltas --no delitos-- consideradas como leves. Algunas de ellas son, por ejemplo, una infracción de tráfico con ciclomotor o un robo cometido contra un magrebí.

Cruz Roja suele ser desde hace dos años la organización que colabora en más ocasiones con las sentencias de Calatayud. El año pasado fueron cerca de 80 menores los que cumplieron condena bajo su tutela. Los condenados ejercen la labor de voluntarios y la mayoría de ellos se dedica, sobre todo, a atender a personas mayores que viven en soledad, acompañándolas en paseos y siempre en presencia de un miembro de la ONG.