El juez de Santiago de Compostela, José Antonio Vázquez Tain, dirige desde las once de la mañana el registro del piso del centro de Santiago de Compostela de la madre de Asunta, la niña de 12 años, cuyo cadáver fue localizado el domingo en una pista forestal del municipio de Teo, en A Coruña. Los padres de la pequeña, que fue sedada y axfisiada, están detenidos y acusados de homicidio imprudente. La Guardia Civil está apurando estas horas que tienen antes de pasar a los padres a disposición judicial, la madre esta tarde y el padre mañana, en apuntalar el relato de cómo sucedieron los hechos. Para los investigadores, ahora mismo, el móvil del crimen es secundario, aunque fuentes de la investigación ya han adelantado a este diario que una de las líneas es económica y vinculada con la herencia que dejaron los abuelos maternos de la pequeña asesinada.

Los padres de Asunta, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra han dormido esta última noche en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Coruña, y desde las once de la mañana participan en el registro del domicilio de la madre, en la que vivía con la pequeña, desde que la pareja decidió separarse, aunque conservaban una excelente relación. A la casa ha acudido también el abogado de Santiago, Roberto Goris, que, en un principio, podría ocuparse de la defensa de los dos imputados. Los dos han entrado en la vivienda separados, entre una nube de periodistas, y la madre se ha puesto a llorar.

Desde el instante en que apareció el cuerpo sin vida de la pequeña, los investigadores no han tenido ni una sola duda de que el asesino o asesinos estaba en su círculo más cercano, en su familia. Unas dudas que se convirtieron en pruebas cuando la Guardia Civil pudo comprobar que el relato que ofreció en la madre en su denuncia por desaparición estaba lleno de contradicciones y de mentiras. Por ejemplo, una cámara de seguridad cercana al domicilio de Santiago grabó a la madre en su coche, acompañada de su hija viva, la tarde que presuntamente había desaparecido. Además, la Guardia Civil localizó en la casa familiar de Teo, un municipio de A Coruña, cercano a la pista forestal en la que fue hallado el cadáver de la pequeña, un rollo de cuerda naranja, idéntico al que fue utilizado para amarrar a la niña de pies y manos. Durante el día de hoy, el laboratorio científico de la Guardia Civil analizará las cuerdas para confirmar si provienen del mismo rollo y ver si quedan restos de ADN de la pequeña Asunta, o de los padres.

En cuanto al móvil económico, los investigadores no pasaron por alto las declaraciones de amigos de la pareja que contaron a la Guardia Civil como la madre, que en los últimos tiempos tenía problemas de liquidez económica, se quejaba amargamente de lo injusto que le parecía que sus padres al morir, hubieran dejado a su nieta como heredera de los bienes. En realidad, Asunta era la heredera de dos tercios de la herencia, porque la legítima, el otro tercio, paso a manos de la madre. La Guardia Civil todavía no ha estudiado la documentación relacionada con la herencia, ni ha acudido a la notaría. Y también tienen pendiente repasar las circunstancias en las que murieron los abuelos maternos. Ambos murieron en circunstancias extrañas en un intervalo de siete meses, sin que estuvieran aparentemente enfermos. María del Socorro Ortega Romero, que había sido profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, apareció muerta el 11 de diciembre del 2011. El 26 de julio del 2012 falleció su marido, el conocido abogado Francisco Porto Mella, de 88 años. Ambos fueron incinerados.