El juez que investiga la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, que falleció tras ser reducido por los Mossos, considera que se trató de un homicidio y ha citado a declarar como imputado al hombre que se peleó inicialmente con él y a otras dos personas, como testigos, que presenciaron el suceso.

Benítez, de 50 años, empresario y miembro de la Asociación Catalana de Empresas para Gays y Lesbianas (Acegal), falleció el pasado día 5 en la calle Aurora del Raval después de ser reducido por la fuerza por varios agentes de los Mossos que fueron requeridos porque había una pelea entre dos hombres.

Cuando los agentes llegaron, vieron que Benítez estaba muy excitado y se enfrentó a ellos, por lo que lo redujeron por la fuerza entre varios agentes, según la versión policial.

Homicidio

Según ha informado este miércoles el TSJC, el juzgado de instrucción número 20 de Barcelona ha recibido ya el informe de la autopsia practicada al fallecido y con esos resultados considera que se trató de un homicidio, por lo que tramitará la causa por el procedimiento del jurado.

El juez ha informado de que esta misma semana tomará declaración como testigos a dos personas que presenciaron la pelea y la detención de Benítez y, en calidad de imputada, a la persona que inicialmente se peleó con la víctima, aunque no ha ordenado su detención.

El juez, que ha encargado la investigación del caso a la Policía Nacional para garantizar "la imparcialidad" de las pesquisas, espera una ampliación de la autopsia "que se realizará -según las mismas fuentes- una vez obtenidos los resultados de toxicología".

Fallo cardiaco

Según informa el diario 'El País', la autopsia revela que Benítez falleció por "múltiples traumatismos sobre la región cráneo-facial", aunque aclara que ninguno de esos golpes provocó una lesión en un órgano vital, sino que "dieron lugar a un fallo cardiaco que se vio afectado por otros factores".

La autopsia, según el diario, alude como factores al "estrés" de la situación y "una enfermedad cardiaca previa" que le causaba arritmias.

El forense también ha certificado que cuando murió Benítez tenía rotos un diente, un pómulo, la nariz, el metacarpiano derecho y una ceja, y tenía heridas en los labios y lesiones en los brazos, piernas, rodillas y zona lumbar y que todos los golpes son "compatibles con puñetazos o patadas, sin descartar otros similares".

El juez instructor, que deberá aclarar quién le causó esos golpes, si el hombre con el que se peleó, los Mossos que le redujeron o él mismo en su grado de excitación, ha informado de que también está a la espera de recibir el atestado que está elaborando la Policía Nacional con la filiación de los testigos que supuestamente vieron la actuación policial.

El juez también ha requerido las grabaciones de vídeo y teléfono móvil que realizaron algunos vecinos de la actuación policial.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto esta semana una investigación de oficio para aclarar las circunstancias de la muerte de Juan Andrés Benítez, mientras que el Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) también presentó la semana pasada una queja ante la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, para que igualmente intervenga en el caso.