Un jurado popular declaró hoy al asesino en serie conocido como el "Maníaco del Martillo", Alexandr Pichushkin, culpable de 48 homicidios y tres intentos de asesinato, informó la agencia Interfax.

El jurado, formado por doce miembros halló a Pichushkin culpable de todos los cargos presentados por la acusación, y desestimó los alegatos de la defensa, que pedía su absolución en 18 casos por considerar que su culpabilidad no había sido demostrada. Pichushkin, de 33 años, inicialmente fue acusado de matar a 49 personas entre 1992 y 2006 en un parque de Moscú, aunque él mismo sostiene que asesinó a 61, con el objetivo de llegar a 64 víctimas, tantas como las casillas de un tablero de ajedrez.

En su veredicto, el jurado señaló que el asesino en serie no merece misericordia del Tribunal de Moscú, donde se celebra el juicio. Los doce miembros del jurado tardaron dos horas y media en emitir su veredicto, que fue leído en casi una hora, pues el tribunal les había pedido pronunciarse sobre 105 preguntas. Tras la lectura del veredicto, se decretó un receso de media hora, tras el que la acusación pedirá la condena para Pichushkin, que se espera que sea de cadena perpetua, pues Rusia adoptó una moratoria sobre la pena capital en 1996 al ingresar en el Consejo de Europa.

Pichushkin fue apresado por la policía en su casa en julio del pasado año con el arma del crimen en la mano -un martillo de carpintería- y un tablero de ajedrez con casi todas las casillas cubiertas con monedas, y confesó ser autor de los asesinatos ya en sus primeras declaraciones.

Cometió la mayoría de sus crímenes en el mismo lugar, el parque de Bitsa, en el suroeste de Moscú, y casi siempre con la ayuda de un martillo, herramienta con la que golpeaba a sus víctimas hasta que éstas dejaban de mostrar señales de vida. Cometió su primer asesinato en 1992, cuando con 18 años recién cumplidos empujó por la ventana a un amigo del colegio, con el que se disputaba el amor de una compañera. En su mayoría, las víctimas eran alcohólicos a los que tentaba con el pretexto de compartir una botella de vodka en el parque de Bitsa.