El Juzgado de Instrucción de Ronda que lleva la investigación del crimen de María Esther Jiménez Villegas, la chica de 13 años que desapareció el pasado miércoles en Arriate (Málaga), ha autorizado que su cuerpo reciba sepultura. Fuentes cercanas al caso han explicado hoy a Efe que el instructor no permite su incineración por si en algún momento es necesario practicar nuevas pruebas. El cuerpo, que se encuentra en el Instituto de Medicina Legal de Málaga, será trasladado en las próximas horas a Arriate, donde la familia tiene previsto velar el cuerpo y el domingo pretenden trasladar el féretro a la localidad gaditana de Paterna de Rivera para celebrar el funeral. El caso de Arriate, localidad de 3.500 habitantes cercana a Ronda, eleva a 16 el número de menores desaparecidos y hallados muertos en España durante los últimos diez años. El cadáver de la niña fue encontrado el pasado jueves con la cara cubierta en una caseta de una depuradora sobre las 19.30 horas a 200 metros del casco urbano de Arriate, en la zona conocida como El Membrillar. Un bombero del Consorcio Provincial que participaba en la búsqueda de la chica junto a otros cuerpos de seguridad miró a través de una rejilla de la caseta contigua a una piscina y encontró el cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga para la autopsia. La autopsia ha confirmado la muerte violenta de María Esther Jiménez y la existencia de un traumatismo craneoencefálico.