El juzgado penal 7 de Sevilla juzga el próximo 1 de julio a un juez que se enfrenta a una petición del fiscal de tres años y medio de cárcel por delitos de trato degradante y lesiones psíquicas a su compañera, a la que tenía "subyugada, dominada y subestimada" y a la que propinaba latigazos.

El escrito de acusación del fiscal, al que ha tenido acceso Efe, solicita para el procesado, R.C., dos años de cárcel por un delito de trato degradante, un año y medio por otro delito de lesiones psíquicas y ocho días de localización por una falta de vejaciones injustas, por los cientos de mensajes 'sms' que envió a su compañera con insultos.

El acusado y la denunciante entablaron en octubre de 2003 una relación que duró tres años y en la que él "hacía valer su superioridad", al tratarse de un juez y ella una funcionaria judicial, a la que llamaba "oficialucha de mierda", según la acusación.

El imputado sometía a su compañera a un trato "vejatorio y soez", y cuando sus relaciones se deterioraron le hizo objeto de "hostigamiento y acoso", aunque la mujer no lo denunció hasta septiembre de 2006 porque los malos tratos se alternaban con otros momentos en los que le pedía perdón.

La petición del fiscal se une a los seis años de cárcel y 100.000 euros de indemnización que ha solicitado la acusación particular que ejerce la denunciante, además del pago de 20.000 euros en costas judiciales.

Fuentes cercanas al caso han informado hoy a Efe de que existe la posibilidad de que el juicio no llegue a celebrarse porque se produzca un acuerdo entre las partes.

El juez se encuentra desde octubre de 2007 acogido a la jubilación voluntaria, a la que tenía derecho por haber superado los 60 años de edad y 30 de trabajo en la administración del Estado.

En su escrito de acusación, el fiscal recoge varios episodios de violencia como los latigazos que R.C. propinaba a su compañera por todo el cuerpo, que en una ocasión le propuso que se bebiera su orina "como prueba de amor" y que la denunciante llegó a plantearse una reconstrucción quirúrgica del himen porque el juez le reprochaba la "virginidad perdida".

Añade que un día en que la denunciante sospechaba que podría estar embarazada, R.C. le propinó puñetazos en el vientre y le dijo: "Esta es una forma asquerosa de pillar a un hombre".

Cuando comenzaron a deteriorarse las relaciones, el acusado llegó a enviar a su compañera hasta cincuenta sms diarios amenazantes, en los que, entre otros insultos, le decía "acomplejada, loca, ajada, podrida, cobarde", le advertía: "si quieres seguir conmigo, debe ser con una relación de posesión absoluta", y le aseguraba: "jamás pensé en casarme contigo".

La petición del fiscal incluye 21.000 euros de indemnización por el trastorno de estrés postraumático y la depresión mayor que sufrió la denunciante como consecuencia de estos hechos, según la Unidad de Valoración Integral de la Violencia de Género (UVIVG) de la Junta.