El pacense Miguel Ángel F.D. acusado de un delito de agresión sexual y un delito leve de lesiones contra una mujer en agosto del 2017 cuando ésta practicaba footing en el parque Tamarguillo de Sevilla y condenado recientemente a 14 años de prisión por por matar e intentar violar a otra mujer en julio del mismo año en el Parque Amate, ha reconocido los hechos y pedido perdón a la víctima cuando ha hecho uso de su derecho a la última palabra.

La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla acogió ayer el juicio, celebrado a puerta cerrada, contra Miguel Ángel F.D., nacido en Badajoz en septiembre de 1978. La vista oral duró 45 minutos, después de que reconociese los hecho y luego accedió a la sala la víctima, A.F.G., cuya declaración fue rápida, corroborando los hechos y respondiendo a las preguntas «necesarias», evitando así «una segunda victimización y un morbo innecesario», según trasladó a los medios la presidenta del tribunal, Auxiliadora Echávarri.

Tras esto, las partes renunciaron a las testificales previstas, siendo oída por la Sala únicamente la declaración de dos médicos forenses. En virtud de lo desarrollado, la fiscalía, a lo que se adhirió la acusación particular, rebajó de 15 a 12 años su petición de prisión, pues tuvo en cuenta la atenuante de confesión, ya que confesó en septiembre del 2017 ante la Policía Nacional.

También ayer admitió los hechos, según dijo a los periodistas la fiscal, si bien, la defensa no pidió que se tenga en consideración las atenuantes de drogadicción y alteraciones psíquicas.

El Ministerio Público, de otro lado, reclamó para el acusado prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro donde se encuentre a una distancia inferior de 500 metros; y comunicar con ella durante un periodo de 17 años. Por el delito de lesiones pide dos meses de multa con una cuota diaria de diez euros. También le reclama una indemnización para la víctima de 75.561,45 euros por las lesiones físicas y las secuelas psicológicas causadas.

Miguel Ángel F.D. expresó su arrepentimiento, pidió perdón a la que es su tercera víctima (en Mérida fue condenado a nueve años y seis meses por otra una violación en 2006).