Tony King ya era un temible delincuente cuando todavía no había pisado España y cuando ni siquiera se llamaba Tony King. Según reveló ayer la prensa inglesa, el asesino confeso de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof había dejado en Gran Bretaña un reguero de robos, violaciones y hasta homicidios antes de mudarse a la Costa del Sol con otra identidad. Cambió de nombre legalmente --antes era Tony Bromwich--, pero no de comportamiento criminal.

Los diarios londinenses dan cuenta de un espeluznante historial delictivo de King. De acuerdo con las informaciones aparecidas ayer, Bromwich fue condenado en 1986 a 10 años de cárcel por agredir a cinco mujeres. Esa sentencia cerró un caso que había aterrorizado Londres.

NOMBRE DE GUERRA

El que fue bautizado entonces como El estrangulador de Holloway --por la forma como atacaba a sus víctimas y por el barrio del norte de la capital británica en el que actuaba-- elegía por la calle a mujeres jóvenes, las seguía y las estrangulaba con un cable hasta que perdían el conocimiento. La investigación policial habló de abusos sexuales, pero no de violaciones consumadas.

Según unos rotativos, las agresiones fueron cinco, otros mencionan hasta siete, todas ellas cometidas en menos de dos meses. La detención se produjo en mayo de 1985, cuando Bromwich iba siguiendo a una nueva víctima. La prensa lo describe por aquel entonces como un aprendiz de imprenta, que tenía novia y pensaba casarse. Cometía los ataques los lunes y los miércoles, los días en que no quedaba con su prometida. El juez Thomas Pigot, que se ocupó del caso, lo calificaba ayer en el The Daily Mail de "personaje con una doble personalidad, como Jeckyll y Hyde".

Bromwich fue enviado a un reformatorio para delincuentes juveniles, donde sólo cumplió la mitad de la condena. En 1991 quedó en libertad, aunque pocas semanas más tarde volvió a ser detenido por robar a una mujer amenazándola con un arma. En 1995 salió a la calle y unos meses más tarde decidió venir a España, tras cambiar de nombre.

Estos y otros delitos --como el supuesto asesinato de dos hombres que habían violado a su hermana-- no fueron confirmados ni desmentidos por Scotland Yard, que ayer se limitó a dar como "casi seguro" que Bromwich y King son la misma persona, según informó la BBC. Los investigadores británicos desean cotejar pruebas de ADN del detenido con las archivadas en varios homicidios aún no resueltos.

ANTECEDENTES CONFUSOS

Por su parte, el director general de la policía española, Agustín Díaz de Mera, explicó que los antecedentes del detenido están rodeados de "una gran confusión". El alto funcionario dijo que la Interpol atribuye a King un intento de violación, una agresión y un robo con fuerza. "Cumplió condena en el Reino Unido por estas causas, cometidas en una época adolescente, cuando no tenía edad penal. Supuestamente, porque no está confirmado", indicó.

La Guardia Civil, mientras tanto, investiga una denuncia por violación realizada en septiembre de 2000 porque tanto el modus operandi como el retrato robot que facilitó la víctima coinciden en muchos aspectos con la forma de actuar y el rostro de King.

EL AMIGO, ANTE EL JUEZ

Entre tanto, el hombre arrestado el sábado por encubrir a King --un amigo suyo-- será puesto mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Coín. Su declaración podría ratificar la del asesino confeso y aclarar, además, si existe alguna relación con la desaparición en Motril de María Teresa Fernández.

King ha negado en todo momento su participación en este caso, incluso el haber estado en la localidad. Sin embargo, un testigo ha asegurado que vio al británico en Motril tres días después de desaparecer la joven.

En el norte de Londres, en la puerta de la casa de los padres de King, no había ayer señales de vida. Sólo se podía ver una nota de la madre: "Quiero a mi hijo y no creo lo que se ha publicado".