Kraken es el nombre que recibían en la mitología escandinava los calamares que emergían de las profundidades y atacaban los barcos. Hubo un famoso Kraken literario en 20.000 leguas de viaje submarino , otro fabuloso en la película Furia de titanes y un tercero más reciente en la última entrega de Piratas del Caribe , pero los auténticos Architeuthis dux han sido siempre criaturas muy esquivas. Aunque se conocen ejemplares capturados por pescadores o que han muerto y han acabado varados en alguna playa, incluyendo un caso reciente en Asturias, poco más se sabe de su vida en las profundidades marinas.

Ahora, unos investigadores japoneses han logrado filmar y capturar por primera vez un calamar gigante en su ambiente natural, a 640 metros de profundidad, y lo han arrastrado hasta la superficie. Todo sucedió el pasado día 4 frente a las islas Ogasawara, al sur de Tokio, una zona en la que los científicos llevaban trabajando tres años debido a la abundancia de esos cefalópodos. De hecho, el año pasado ya consiguieron fotografiar uno con una sonda submarina.

El calamar capturado a principios de mes era una hembra joven de dimensiones discretas. Pese a que medía 3,5 metros de extremo a extremo y pesaba 50 kilos, un tamaño respetable, se sabe con seguridad que hay ejemplares de la misma especie que han llegado a los 20 metros y los 600 kilos, explica el jefe del equipo, Tsunemi Kubodera, de Museo de Ciencias de Japón.

Para la captura, los investigadores utilizaron como un cebo un calamar común que sumergieron atado a una cuerda. Al final de la sonda colocaron una cámara. Como muestra la filmación, el gigante marino asió el cebo como si fuera una pitón y luego, al verse atrapado, agitó con violencia el agua para intentar desembarazarse. "Esto muestra que los Architeuthis dux no solo flotan lentamente, sino que pueden nadar con rapidez", subraya Kubodera. El animal, no obstante, falleció al aflorar a la superficie.Dieta de los cachalotesUna de las conclusiones del trabajo tiene que ver con la dieta en las profundidades. Los calamares gigantes, dicen los investigadores, constituyen la principal fuente de alimento de los cachalotes, que son además sus únicos depredadores conocidos. De hecho, algunos cetáceos muestran grandes heridas debidas a la lucha con los recios tentáculos.

"Un cachalote debe comer al menos 500 kilos de calamar cada día. Como hay 200.000 cachalotes en la mitad occidental del Pacífico, podemos imaginar la cantidad de calamares que debe haber en las profundidades"