El Gobierno quiso lanzar un mensaje claro esta semana al enviar la ley de cambio climático y transición energética al Congreso: mantiene firme su apuesta verde con el convencimiento, además, de que debe ser palanca de reconstrucción para el país. Las «cuentas salen», a juicio de la ministra, «porque España cuenta con la tecnología, industria y recursos naturales precisos», pero también porque «muchas de las alternativas son más eficientes en precio, más rentables y liberan recursos para otras cosas».

«La demanda social y política contra el cambio climático es muy grande y se mantiene a pesar de la crisis. El jueves se publicó una carta de representantes de instituciones y empresas muy diferentes remitida al Parlamento poniendo el énfasis en que la recuperación de la actividad económica en España tiene que ser verde», explicó Ribera.

Los objetivos de su mandato siguen siendo los mismos que antes de la crisis del covid-19. Apuesta por la movilidad eléctrica, refuerzo de las renovables, fiscalidad medioambiental y cambios en el sistema eléctrico, aunque con más flexibilidad en la puesta en marcha de las medidas. «Tiene que haber una fiscalidad ambiental sí y la habrá, aunque ahora hay que ser flexibles», aseguró Ribera ante la dificultad que supone imponer un impuesto al diésel en plena caída de la demanda de coches o un impuesto a la aviación con las aerolíneas pidiendo el rescate.

Encima de la mesa de la ministra no está tampoco la posibilidad de impulsar la compra de coches diésel o gasolina, como demanda el sector. «Lo que tenemos muy avanzado es el paquete de acompañamiento a la movilidad eléctrica», aseguró Ribera, antes de recordar que es el ministerio de su colega de Industria quien trabaja en medidas dirigidas a coches convencionales e incentivos en la transformación de las líneas de producción. «Pero en principio, lo que tenemos sobre la mesa es aquello en lo que ya veníamos trabajando», insistió Ribera.

Su departamento quiere poner en marcha este año nuevas subastas de energía renovables -no se realizan desde el 2017- aunque no se harán «sin una modificación del sistema de Nadal (anterior ministro de energía)». Además de una nueva fórmula de subastas, Ribera apuesta por poner en marcha antes de final de año un nuevo sistema eléctrico y un sistema fiscal más verde. «Si no llegan por la vía normal tendremos que buscar medidas extraordinarias. Nuestra intención es que a final de año tengamos los tres mecanismos en marcha», agregó.