--¿Algún secreto de la boda que pueda adelantar?

--Muchos. Me han llamado la atención las sorpresas de última hora en la Casa Real. Hace menos de dos días la organización se dio cuenta de que para el banquete en el patio del Palacio Real no se habían previsto aseos adecuados. En el patio no los hay y en el palacio los pocos que hay están alejados. 1.400 invitados, la mitad damas, significa que son necesarios y no sirven las cabinas de los conciertos, porque tienen que entrar primeras damas, reinas y princesas, todas con grandes pamelas, hacen falta aseos enormes. Al final, una empresa en Inglaterra sabe cómo solucionarlo. Otro detalle que ha surgido ha sido el del comedor de los móviles, ya que por protocolo no pueden entrar teléfonos, pero dadas las personalidades que asisten, deben estar comunicados con sus países y se ha instalado este comedor, donde estarán los ministros o secretarios con un teléfono.

--¿Ha cambiado mucho Letizia Ortiz desde que se hizo público su noviazgo?

--Sí. En la petición de mano se comportó como es ella, pero en sus siguientes apariciones se la "disfraza" y se le quita su personalidad. En el último encuentro público sube otra vez y ha vuelto a ser ella.

--¿Debemos estar pendientes de algún invitado a la boda?

--De la duquesa de Alba, porque tiene más títulos de nobleza que el propio Rey y tiene que inclinarse ante la nueva Princesa de Asturias. Es posible que no acuda.